Hoy explicaremos la reacción de algunos animales al consumir ciertas sustancias.
Cuando los norteamericanos bombardearon Vietnam en los
años 60, los búfalos de agua abandonaron sus zonas habituales y fueron a
comer a los campos de amapolas, a pesar de que detestan esas flores. No
lo hicieron por razones alimenticias, sino para tranquilizarse después
de las explosiones.
Los gatos también tienen sus sustancias psicóticas: no se pueden
resistir a comer las hojas de la nébeda, también conocida como menta de
gato, una planta que les embriaga y excita sexualmente.
(Nébeda)
Los renos buscan desesperados la seta Amanita muscaria: les vuelve locos el estado de ebriedad que sienten tras comerla.
(Seta Amanita)
Darwin ya observó ese comportamiento adictivo de los animales hace 200 años en media docena de especies. En los años 70, se amplió a 40. Hoy, entre los etólogos está totalmente aceptado que todos los animales se drogan.
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