Los linces han ido muriendo uno tras otros de una manera silenciosa e incomprensible.
El misterio permaneció oculto durante tres años y finalmente los
expertos dieron con la solución: las vitaminas Nutrazu que proporcionaban
los propios biólogos y cuidadores estaban envenenando a los linces por
un exceso insoportable de calcio en la sangre. Las pastillas contenían
unas 30 veces la cantidad indicada en el prospecto y resultaron tóxicas.
En 2012 el Gobierno dio por resuelto el problema,
decidió no demandar al fabricante de las vitaminas y metió en un cajón
el costoso estudio que implicó a nueve universidades para resolver el
enigma tras invertir 303.000 euros.
Ahora este diario ha tenido acceso a los informes que apuntan al
laboratorio estadounidense Mazuri como responsable de una enfermedad que
ha matado a una veintena de animales y hoy mantiene a otros 23
ejemplares con problemas renales irreversibles. En total, 43 víctimas.
Hoy en día el lince a tomado su reconquista y dispone de 400 ejemplares entre España y Portugal, aunque hace 7 años la creciente mortalidad de estos los hizo peligrar.
Mi opinión es que estos biólogos deberían de haber sabido hasta cuanto calcio el organismo de los linces está dispuesto a contener, ya que al meterle más ha sido muy perjudicial, además después de haber estado consumiéndolo durante tanto tiempo.
Hecho por: Laura Segura.
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